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Murió repentinamente el destacado cronista deportivo Hilario «Lalo» Gómez, productor del programa televisivo “Meta Deportiva”, que se difunde por CDNDeportes.

El cadáver de Lalo, como todos llamaban a Hilario Gómez, fue encontrado en el baño de su residencia, en el sector Hato Nuevo, Manoguayabo.

La terrible noticia fue confirmada por Ariel, uno de sus 3 hijos.

Lalo conducía Meta Deportiva, uno de los programas que mayor cobertura le daba a los torneos y atletas locales,  junto a Julio Castro y Américo Celado.

Los fines de semana solía trasladarse a San José de Ocoa, de donde era oriundo, y a menudo mostraba feliz en su cuenta de Facebook los pimentones y yautías que producía en una finca de su propiedad y su padre, así como las bohemias que hacía junto a sus hijos.

Los detalles ofrecidos por el periodista Julio Castro indican que Lalo murió en horas de la mañana.

“El camarógrafo  William Almánzar debía juntarse con Lalo a las 10 de la mañana para un trabajo en balonmano. Pero nunca llegó, nos pasamos muchas horas llamándolo y al ver que no llegaba fuimos a su casa en Hato Nuevo”, narró Julio Castro.

“Cuando llegamos a la casa, vimos que estaba cerrada y junto a un vecino forzamos la puerta de entrada y lo encontramos al lado de la bañera, en ropa interior, muerto.”

Anoche, uno de sus hijos, Ariel, informó a Listín Diario que habían  llegado las autoridades para  el levantamiento del cadáver.

En su carrera periodística se había concentrado en la producción de programas de televisión.

Empezó en CDN hace más de 20 años, luego laboró en La Semana Deportiva, y posteriormente puso su propio espacio Meta Deportiva.

Lalo estuvo varios años en el canal 4 de Radio Televisión Dominicana,  y allí también fue editor de deportes. Hace un tiempo dicho programa se transmite por  CDNDeportes, junto a Américo Celado y Julio Castro.

Además, se había convertido en un buen narrador de volibol y un gran protector de los deportes olímpicos del país.

Celado está en la ciudad de Nueva York, y regresará al país este domingo.

A Lalo le sobreviven tres hijos,  Joan, y los mellizos  Enmanuel y Ariel, además de su  esposa Paola, de quien estaba separado hace unos meses.

El lugar donde murió era un apartamento adquirido recientemente, lo estaba arreglando y allí se mudaría próximamente.

Mientras, estaba viviendo donde una hermana.

“Lamentablemente, la noche del  jueves decidió dormir en su nueva casa, solo, y ya ven lo que sucedió”, narró Celado.

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