El secretario general que el PRM necesita
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Ay mi madre, pero ¿y qué vamo’ a inventar si el hombre ya ta’ probado?
Señores, vamos a dejarnos de cuentos y de inventos raros. Si hay alguien que ta’ puesto pa’ lo de él y que tiene más méritos que una libreta de notas llena, ese es Jean Luis Rodríguez.
Ese muchacho no solo es joven y preparado, ¡es que también tiene swing y corazón pa’ servir!
Nacido en la capital en el 1988, pero con la política en la sangre como el arroz en la olla, Jean Luis no es ningún improvisao’.
Viene de una familia con linaje político y no se ha quedao sentado esperando que le den lo suyo. No señor, él ha caminao su camino con trabajo y con resultados que hablan más que mil discursos.
Fue presidente de la Juventud Revolucionaria del PRM y forma parte de la Comisión Ejecutiva del partido.
No es que lo metieron a lo loco ni por amiguismo, ¡no! Es porque ha trabajao con una disciplina que asombra.
De 2018 al 2020 fue diputado por El Seibo, y ahí se ganó el respeto de su gente y de todo el que le vio fajao en el Congreso Nacional, hablando claro y proponiendo soluciones.
Ahora bien, si usted quiere ver un funcionario que no anda con ese relajo de «déjeme su número y lo llamo después», busque a Jean Luis.
¡Ese hombre coge llamada, responde WhatsApp, y hasta audio devuelve sin decir que está en una reunión! Y eso dice mucho. Porque el que escucha, el que responde, el que da la cara, ese es el que sirve. Así mismito.
Actualmente está al frente de la Autoridad Portuaria, y miren, eso ha sido otro capítulo de eficiencia y modernización.
Los puertos del país se están manejando con seriedad y visión. ¡Ahí no hay bulto ni cuento, hay gestión!
Entonces, ¿qué más queremos? Si el PRM quiere seguir avanzando con un liderazgo fresco, responsable y cercano, el próximo secretario general tiene nombre y apellido: Jean Luis Rodríguez.
Un joven que no solo sabe de política, sino que la vive con pasión, humildad y compromiso.
Así que no se diga más. Pa’ lante con Jean Luis, que el PRM necesita un secretario general que camine, que responda, que una y que tenga energía pa’ tirar pa’ alante… ¡y ese es él!
