¿Por qué queremos crucificar a Gloria Reyes?
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En República Dominicana, tenemos una habilidad excepcional: encontrar un chivo expiatorio para todo.
Si cae un aguacero y se moja el techo, culpa del vecino. Si te roban la yuca del colmado, seguro fue el delivery.
Y si en la base de datos del bono navideño aparece un famoso que no necesita el dinero, pues crucifiquemos a Gloria Reyes, directora del programa Supérate.
Pero, detengámonos un momento, ¿realmente se merece Gloria Reyes todo el fuetazo público que le estamos dando?
La respuesta, queridos amigos y vecinos de las redes sociales, es un rotundo no.
El trabajo de Gloria no es poca cosa
Desde que Gloria asumió la dirección del programa Supérate, ha transformado el concepto de asistencia social en el país.
Este programa ha pasado de ser un simple mecanismo de reparto de recursos a convertirse en una plataforma integral para mejorar la calidad de vida de miles de familias dominicanas.
¿Quién diría que un programa social podría lograr tanto?
Sí, han habido errores. ¡Es un programa que maneja datos de millones de dominicanos!
Que figuras públicas aparezcan en la base de datos es un error administrativo, no una evidencia de mala gestión.
Y antes de encender las antorchas, ¿alguien se ha detenido a preguntar cómo esas personas llegaron ahí? ¿Un fallo humano? ¿Datos desactualizados? ¿O, quizás, un primo lejano que inscribió a alguien sin que se enterara?
Vivimos en una época donde el deporte nacional ya no es el béisbol, sino el «linchamiento virtual». Un error, y ya todos nos sentimos jueces, jurado y verdugo.
Pero, ¿qué ganamos destruyendo a alguien que, más que errores, tiene un historial de logros? Gloria Reyes no está dirigiendo un colmado, sino un programa que maneja recursos millonarios para beneficiar a los más necesitados.
Gloria merece una medalla, no una cruz
En vez de pedir la cabeza de Gloria Reyes, deberíamos reconocer que su trabajo ha sido titánico.
¿Qué otro programa social ha logrado tanto impacto en tan poco tiempo? ¿Cuántas vidas han cambiado gracias a Supérate?
Así que, la próxima vez que veamos un titular escandaloso o un meme «creativo» sobre Gloria, tomemos un respiro.
Recordemos que no hay gestión perfecta, pero sí personas comprometidas que hacen todo lo posible por mejorar nuestro país.
Y si de crucificar se trata, quizás deberíamos empezar con la apatía, el pesimismo y esa costumbre nuestra de disparar primero y preguntar después. Porque, si seguimos así, lo único que vamos a crucificar es el progreso que tanto necesitamos.