Hospital en Haití saturado por la guerra entre dos bandas armadas
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El hospital de Médicos Sin Fronteras (MSF) en el sector de Tabarre, en Puerto Príncipe, está saturado por la guerra que se desarrolla entre dos bandas armadas en la capital de Haití, informó este jueves la organización.
El hospital recibió 96 heridos de bala entre el 24 de abril y el 7 de mayo, lo que supone que las admisiones en el departamento de traumatología se han triplicado en comparación con mediados de abril.
«La mayoría de los pacientes tienen heridas de bala graves que requieren atención compleja”, explicó el jefe de misión de MSF en el país, Mumuza Muhindo, en un comunicado.
MSF aseguró además que la violencia y la ola de secuestros, causada por las bandas, está deteriorando el acceso a la atención médica en Puerto Príncipe.
En la zona norte de la ciudad, donde se concentran los últimos enfrentamientos, había cinco centros médicos fuera de funcionamiento y otros dos hospitales privados han suspendido sus actividades tras producirse el secuestro de uno de sus empleados.
La violencia se ha recrudecido en las últimas semanas en la capital haitiana, con el estallido de una guerra entre dos pandillas por el control de varias barriadas en el norte de Puerto Príncipe.
Los conflictos, que se desataron el pasado 24 de abril entre las bandas 400 Mawozo y Chen Mechan, han causado la muerte de al menos 75 civiles, según cálculos ofrecidos por la ONU la semana pasada.
La Red Nacional de Defensa de Derechos Humanos de Haití (RNDDH), una ONG especializada en acompañar casos de violencia, informó este martes que ha contabilizado 148 asesinatos y decenas de heridos.
La ONU ha denunciado que los integrantes de las bandas han actuado con extrema violencia y han recurrido a actos de violencia sexual, incluyendo casos de violaciones colectivas de niños de 10 años de edad, prácticas llevadas a cabo para sembrar el terror en las zonas controladas por las bandas rivales.
Debido a los enfrentamientos, al menos 9.000 personas han abandonado sus hogares para refugiarse en escuelas o en plazas públicas en zonas más seguras de Puerto Príncipe, o en otras ciudades del interior de Haití.
Las pandillas han proliferado en los últimos años en Haití y han tomado el control de extensas barriadas, donde imponen su ley e impunemente cometen asesinatos, violaciones y otros delitos, ante la inacción de las autoridades.
Haití atraviesa una grave crisis política, económica y social que se ha agravado especialmente a partir del asesinato del presidente Jovenel Moise, en julio de 2021.