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En medio de un nuevo escándalo por presuntas irregularidades en los procesos de licitación del Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (INABIE), crecen las voces que exigen una reforma estructural al sistema de alimentación escolar en la República Dominicana.

A juicio de expertos, ha llegado el momento de que el gobierno del presidente Luis Abinader dé un giro estratégico y transfiera la responsabilidad del almuerzo escolar a los Comedores Económicos del Estado Dominicano (CEED), una entidad con mayor experiencia logística y operativa en la distribución masiva de alimentos.

La última crisis estalló cuando la Dirección General de Contrataciones Públicas (DGCP) recomendó a la Contraloría General de la República no registrar ni aprobar pagos relacionados con más de 150 contratos firmados por INABIE.

Estos contratos forman parte de tres procedimientos de licitación —INABIE-CCC-LPN-2024-0008, 0010 y 0012— para la adquisición de utilería escolar, pero han sido puestos bajo lupa por «indicios de irregularidades».

“Aquí estamos en una lucha con INABIE, todos los días están cancelando licitaciones porque supuestamente violaron procedimientos en la asignación”, denunció un experto.

“Pero al final, con todos estos problemas, los más perjudicados son nuestros estudiantes”, lamentó.

Las alertas de la DGCP

De acuerdo con un comunicado de prensa emitido por la DGCP, entre los hallazgos preliminares figuran conductas anticompetitivas como la colusión entre oferentes, conflictos de interés, irregularidades en los domicilios de las empresas, y adjudicaciones a compañías que no cuentan con el rubro habilitado en su Registro de Proveedor del Estado (RPE).

 Además, se detectaron inconsistencias en los criterios de evaluación y adjudicación, contradicciones en los pliegos de condiciones, y posibles omisiones en la publicación completa de los procesos.

La DGCP indicó que solo 12 adjudicatarios han presentado su defensa formal, y que en los próximos días se emitirán los actos administrativos con los resultados preliminares.

A la par, se lleva a cabo una investigación especial junto a la Unidad Antifraude de la Contraloría, incluyendo entrevistas a personal de INABIE y análisis de datos del Sistema Electrónico de Contrataciones Públicas (SECP).

Un sistema que no aprende de sus errores

Esta no es la primera vez que el INABIE se ve envuelto en controversias. Desde hace años, el organismo ha sido blanco de críticas por parte de suplidores y sectores sociales, debido a su aparente falta de transparencia, favoritismo político en las adjudicaciones y cambios improvisados en los requisitos de licitación.

Cada año, la historia se repite: cancelaciones de contratos, retrasos en pagos y una cadena de suministro interrumpida que termina afectando a los más vulnerables —los niños y niñas de las escuelas públicas.

La situación ha llevado a cuestionar seriamente si INABIE cuenta con la capacidad institucional para seguir administrando el Programa de Alimentación Escolar.

En contraste, los Comedores Económicos del Estado, con décadas de experiencia en la preparación y distribución de raciones alimenticias en todo el país, representan una alternativa viable, operativamente más estable y menos politizada.

Una decisión de Estado

Delegar la responsabilidad del almuerzo escolar a los Comedores Económicos no es solo una medida técnica, sino una decisión de Estado en favor del bienestar de la niñez dominicana.

Esta transición implicaría una reestructuración cuidadosa, pero permitiría contar con un sistema de alimentación más eficiente, menos vulnerable a la corrupción y orientado al servicio, no al negocio.

En momentos donde la educación pública enfrenta múltiples desafíos, garantizar que cada estudiante reciba su comida a tiempo, con calidad y transparencia, debe ser una prioridad nacional.

El presidente Luis Abinader tiene la oportunidad de dejar un legado en la transformación de la alimentación escolar. Y ese legado comienza con un paso valiente: liberar al INABIE de una carga que no ha sabido —ni ha podido— manejar.

Porque cuando la burocracia falla, el hambre no espera. Y nuestros niños merecen algo mejor.

Calidad comprobada

Uno de los aspectos que refuerzan la propuesta de trasladar el almuerzo escolar a los Comedores Económicos es la constante mejora en la calidad de sus alimentos.

Además, los procesos de preparación y distribución están sometidos a estrictos controles sanitarios y protocolos de inocuidad alimentaria.

Las raciones servidas por los Comedores Económicos no solo son abundantes y balanceadas, sino que también gozan de buena aceptación entre las comunidades, lo que evidencia un esfuerzo sostenido por garantizar alimentación digna y saludable para los sectores más vulnerables.

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