Consideran Trump y Putin fueron los ganadores de la Cumbre Alaska
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El politólogo y profesor de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD),
Juan González, afirmó que los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y
de Rusia, Vladímir Putin, resultaron los principales beneficiados de la Cumbre
Alaska.
Sostuvo que la cumbre, aunque estuvo cargada de simbolismo y pomposidad, no
generó acuerdos concretos sobre la guerra en Ucrania; sin embargo, permitió a
ambos líderes avanzar en sus respectivas agendas estratégicas, según explicó el
experto en relaciones internacionales.
Trump se proyecta como gran mediador global
Para el presidente estadounidense Donald Trump, la cumbre representó una
oportunidad de reforzar la narrativa de que él es el gran mediador en el mundo, ya
que se atribuye la mediación de los conflictos entre Irán e Israel, India y Pakistán,
así como entre Camboya y Tailandia.
“Trump procura proyectar que Estados Unidos mantiene su posición dominante en
el mundo y que está en condiciones de mediar de manera eficaz en los principales
conflictos internacionales”, explicó González.
Por otro lado, el académico señaló que la cumbre de Alaska también se enmarca
en la estrategia de la administración Trump, orientada a un acercamiento con
Moscú, con el objetivo de debilitar los lazos entre Rusia y China, a la que
Washington percibe como su principal rival en la disputa por la supremacía global.
Putin gana oxígeno internacional
En el caso del líder ruso, González destacó que la cumbre le permitió ganar
legitimidad y “oxígeno” en el plano internacional, especialmente en un momento en
que enfrenta múltiples sanciones occidentales.
“Putin busca frenar un posible endurecimiento de las sanciones de Estados Unidos
y, a la vez, lograr una eventual flexibilización de las ya existentes, especialmente
en los ámbitos financiero y tecnológico, que impactan de manera directa en
sectores estratégicos de su país”, señaló el profesor universitario.
Asimismo, indicó que el encuentro resultó muy significativo para el presidente
ruso, ya que desde 2022 no ha podido participar en los principales eventos
internacionales, como la Cumbre del G-20, la Cumbre de Cooperación Asia-
Pacífico (APEC), el Foro Económico Mundial de Davos o la Asamblea General de
las Naciones Unidas.
“Putin logró mostrarse en un escenario occidental de alto nivel pese a la orden de
arresto emitida por la Corte Penal Internacional (CPI), que limita seriamente su
movilidad internacional”, subrayó González.
Delegación estratégica hacia Europa
No obstante, el académico reconoció que la comunidad internacional esperaba
anuncios concretos sobre el conflicto ucraniano, lo cual no ocurrió. En su lugar,
Trump optó por una estrategia de delegación hacia sus aliados europeos.
El experto en relaciones internacionales manifestó que, en el marco de la rueda de
prensa, el presidente estadounidense se comprometió a informar a Reino Unido,
Francia, Alemania, Italia, Polonia y a la Comisión Europea sobre lo tratado en la
Cumbre de Alaska con Putin, con el fin de coordinar los pasos hacia un eventual
proceso de paz.
“Trump busca preservar la narrativa de que Estados Unidos es el gran articulador
de soluciones internacionales, pero al mismo tiempo traslada a Europa la
responsabilidad inmediata de gestionar la estabilidad regional frente a la presión
rusa”, analizó González.
Para el politólogo, esta maniobra responde a la lógica de Trump, centrada en
maximizar los beneficios geopolíticos para Estados Unidos y minimizar los costos.
Perspectivas de paz aún inciertas: lucha geopolítica entre Rusia y
la Unión Europea.
González advirtió que la posibilidad de un acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania
no será inmediata, debido a las complejidades del conflicto y a las marcadas
diferencias en las posiciones de las partes involucradas. En ese sentido, agregó
que en Ucrania se libra una lucha geopolítica por la influencia en Europa del Este
y los Balcanes, entre Rusia y la Unión Europea, que cuenta con el respaldo del
Reino Unido.
Asimismo, recordó que el presidente ruso ha planteado como requisitos para
avanzar hacia un eventual acuerdo que Ucrania ceda los territorios ocupados de
Donetsk y Lugansk y reconozca la soberanía rusa sobre Crimea, condiciones que
el gobierno de Kiev considera inaceptables.
“La determinación de Ucrania de salvaguardar su soberanía territorial, respaldada
de manera decidida por las potencias europeas, dificultará en el corto plazo llegar
a un acuerdo de paz”, señaló.
Finalmente, concluyó que “tanto Trump como Putin lograron avanzar en sus
respectivos objetivos estratégicos durante la Cumbre de Alaska, orientados a
mejorar las relaciones diplomáticas entre Washington y Moscú”.