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Un laboratorio chino asegura haber desarrollado una medicina que, según creen haber demostrado, puede frenar la pandemia incluso aunque no haya una vacuna.

El tratamiento está siendo investigado por científicos de la Universidad de Pekín y según sus desarrolladores puede acortar el tiempo de recuperación de las personas infectadas y además puede tener un efecto profiláctico a corto plazo.

El medicamento acaba de superar la fase de investigación en ratones.

En este momento no hay ningún tratamiento específico ni vacuna contra la COVID-19 y varios países compiten en la carrera por ser los primeros en lograr una solución.

Los anuncios de cada avance, como sucedió ayer con la superación de la fase I por parte del prototipo de vacuna de la estadounidense Moderna, suelen venir acompañados por subidas en bolsa y captación de nuevos fondos.

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